Reflexiones al Cumplir 28: Lecciones de Crecimiento y Transformación Personal Tras un Año de Desafíos
Estaba en el lugar más oscuro de mi vida, pero fue ahí donde encontré la claridad que necesitaba para transformarme. Estas son las lecciones que cambiaron mi vida al cumplir 28 años.
Hoy cumplo años, y como regalo de cumpleaños para mí mismo, he decidido volver a escribir, uno de mis medios de expresión favoritos. A medida que se acerca este nuevo año, me encuentro mirando hacia atrás en lo que era hace un año. Acabo de releer mi entrada de diario del 3 de septiembre de 2023, un día en el que estaba al borde de un cambio masivo, contemplando dejar a mi pareja y adoptar una mentalidad estoica.
En esa entrada, escribí sobre el cruce de caminos en el que me encontraba: mi relación se estaba desmoronando, y yo intentaba desesperadamente adoptar una mentalidad estoica para mantenerme a flote. Escribí sobre no dejar que las circunstancias externas dictaran mi felicidad, aunque en esos momentos recuerdo sentirme completamente abrumado por la tristeza. Era un tiempo de rendición, pidiendo el poder de Hékate, la diosa de los cruces de caminos, para guiarme a través de la incertidumbre. A pesar de mis esfuerzos por mantenerme estoico, me estaba ahogando en las emociones que necesitaban salir, un proceso de dejar morir mi ego.
Menos de un mes después de escribir esas palabras, me di cuenta de que el discurso estoico al que me aferraba no era lo suficientemente fuerte para manejar las reacciones que estaba a punto de estallar. Vi a mi pareja nuevamente y sentí una aversión inmediata; escribí que su presencia me quitaba la paz y no fomentaba mi crecimiento. Pero, al mirar hacia atrás, veo que esto era mi ego hablando, buscando a alguien a quien culpar por mi infelicidad, procrastinación y malestar. Estaba huyendo de mi mismo, y el era la excusa perfecta.
Todo esto escaló hasta convertirse en una de las rupturas más caóticas de mi vida, llevándome al lugar mental más oscuro que he experimentado. Estaba temblando enfermizamente, mi mente estaba abrumada por pensamientos violentos, y mi corazón se sentía destrozado cuando vi, a través de la cámara de mis gatos (del cuál robé el acceso antes de irme de nuestro hogar), que había mudado a otra persona a nuestro apartamento el mismo día en que decidí irme.
A pesar de haber soportado la ruptura más destructiva de mi vida y haberme encontrado en situaciones extremas, la claridad emergió del caos. Durante esos momentos de 'torre' cuando todo parecía desmoronarse.
descubrí estas verdades importantes:
- Honra tus Límites: No dejes que las personas crucen tus límites, o seguirán haciéndolo. Amar no significa permitir que alguien cruce líneas que no estás listo para cruzar.
- Confía en tu Intuición: Siempre escucha tu intuición; nunca miente. Las personas pueden intentar convencerte de lo contrario, pero si algo no se siente bien, es tu yo superior tratando de salvarte de un dolor mayor. Ignorarla solo llevará a una caída más dura.
- Reconoce y libera los triggers negativos: Cuando alguien activa emociones negativas en ti, puede estar reflejando algo que existe en tu interior, pero eso no significa que debas quedarte en un lugar dañino. Es peligroso tanto para ti como para esa persona.
- Acepta los sentimientos oscuros, pero no te mudes a vivir en ellos: Es importante aceptar los sentimientos y emociones oscuras sin dejar que te consuman. Permanecer en ellos demasiado tiempo puede causar daño a ti mismo y a los que te rodean.
- Sabes que esto también pasará: Incluso en momentos de profundo dolor y pérdida, recuerda que cada tormenta eventualmente se despejará, como ha pasado antes.
Escribí en mi diario sobre cómo, en el futuro, estaría más conectado conmigo mismo. Y ahora, al mirar hacia atrás, veo que tenía razón. Estoy mucho más alineado con mi niño interior, haciendo lo que realmente disfruto, y ya no intento ser la versión perfecta de mí mismo para los demás. Simplemente estoy siendo auténtico a mi ser día a día.
También aprendí que las circunstancias oscuras e incluso violentas pueden traer sabiduría. Para alguien que ha sido pasivo con los demás y con la vida, esta experiencia caótica me enseñó:
- Valentía: Me di cuenta de que tengo un espíritu fuerte. Cuando la tormenta llega a mi puerta, puedo levantarme y luchar. Todos tenemos una fuerza interior dispuesta a defendernos.
- Paciencia conmigo mismo: Ha pasado un año entero y aún tengo recuerdos de esa experiencia traumática. Pero ahora, abrazo esos recuerdos con amor, sabiendo que son parte de mi historia y me han hecho más sabio. El tiempo es una construcción, y la sanación toma el tiempo que cada uno necesita; debemos ser pacientes con nuestro proceso único.
- El arte, la escritura y la creación como sanación: He descubierto que crear—ya sea a través del arte o la escritura—me ayuda a procesar y liberar emociones pesadas. Aligera la carga en mi mente y espíritu.
- Abrazar la Impermanencia: Cada experiencia que rompe nuestro ego es sagrada. Nos enseña que nada es permanente, y debemos abrazar la impermanencia de la vida como un aspecto hermoso de nuestra existencia. Las mejores cosas están sucediendo ahora mismo, no en el pasado ni en el futuro. No dejes que tus metas futuras te impidan disfrutar hoy, sin importar cuán humilde sea este día.
Aunque el año pasado estuvo marcado por la pérdida y la turbulencia, también fue un año de profundo crecimiento. Al cumplir 28, estoy agradecido por la claridad que ha llegado después de la tormenta. Cada momento desafiante contiene una lección si estamos dispuestos a buscarla. Hoy me sostengo con mucha más claridad en mi ser, desmantelando sueños que en realidad nunca fueron míos y viviendo días llenos de paz y amor por la existencia que disfruto.
¿Qué lecciones te han enseñado tus tormentas?
Gracias por leer este texto tan vulnerable y personal.
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